No hace mucho, tuve la oportunidad de ver el interesantísimo
documental "Bettie Page, Reveals All" (2013), donde
se sacaban a la luz, una serie de fotos
inéditas de la maravillosa reina del pin-up de los años 50, que nunca fueron publicadas ya que fueron
confiscadas por la policía por ser “demasiado perturbadoras” para la época.
En esas fotos podemos ver que la lencería atrevida y los
complementos fetish son parte esencial de esas sesiones,
donde la fascinante Miss Page ,
escenifica una forma ingenua y casi naïf del
bondage y el erotismo de tintes sadomasoquista (el término BDSM es mucho más
reciente, de principios de los 90).
Pero algo que nunca nos hemos preguntado es quiénes eran los
que fabricaban esa ropa interior y accesorios tan sugerentes y sensuales en esa
época.
Para encontrar a los bisabuelos de Christian
Grey y Anastasia Steele , los personajes principales
del fenómeno literario "Cincuentas Sombras de Grey" (2011),
nos tenemos que trasladar a Francia
entre las década de 1920 y 1940. Allí un joven matrimonio, Yva
Richards y Nativa, realiza una colección de lencería sólo apto
para fetichistas y un estilo de fotografía erótica que crea escuela y adeptos
por todo el mundo.
Yva Richards y Nativa forman el matrimonio perfecto, él es fotógrafo y
ella costurera y la modelo de la primera colección de lencería fetish en 1920.
Corsé, ligueros, medias, tacones de vértigo, botas
infinitas, bragas con
volantes y transparencias... tejidos como el cuero,
caucho y metal derivan en 1930 hacía complementos mucho más bedesemeros y podemos ver de atrezzo en sus
fotografías, todo un amplio catálgo de esposas,
cadenas, fustas, látigos, antifaces, cuerdas, collar
de esclavitud , y algo de estilo PonyGirls,
donde siempre la mujer ejerce el rol de Dominatrix. Un estilo, en definitiva, de lencería sexy y complementos fetish, con un toque BDSM, que
no distan mucho de lo que podemos encontrar ahora en las grandes marcas del
lujo erótico.
En esa misma época, otra marca de lencería le hace la competencia a Yva Richard en París, Diana Slip.
Diana Slip se especializa en culottes con una gran variedad de modelos, braguitas con aberturas estratégicas, cierre en forma de corsé, volantes... el genial fotógrafo Brassaï fue quien inmortalizaría y plasmaría la sensualidad de esas innovadoras y avanzadas prendas para la casa de lencería francesa Diana Slip.
Este nuevo gusto por la lencería y los complementos fetish y la fotografía erótica para publicitar la ropa interior, llega al otro lado del atlántico, más concretamente, a Nueva York, gracias a Charless Guyette.
Este fabricará e importa en su gran mayoría todos sus productos de París y se hace con el mercado fetish en EEUU.
Charles Guyette, tendrá casi en exclusiva la distribución de lencería
atrevida en todo EEUU y muchísimos erotómanos, simples fetichistas y fotógrafos, adquieren
su atrezzo para este
nuevo gusto por la estética fetish
y sadomaso, gracias a los catálogos de Charles Guyette, entre ellos Irving
Klaw y Jonh Willie .
Irving Klaw dirigió unas cuantas películas (sin olvidar sus interesantísimas ilustraciones) de estética sadomaso y fetichista, y en algunos casos con toques burlesque, que se harían muy famosas en la década de los 50, convirtiéndose en una parte fundamental para la creación del imaginario fetichista y BDSM que aún hoy perdura. Pese a todo, el mundo bondage es su principal referente, y lo más demandado de sus clientes que piden sesiones especiales a la carta con sus fantasías, y que pagan por ver como se realizan esas sesiones fotográficas o cinematográficas en los estudios donde las realizaban. Su musa -y la modelo referente de toda esa época, fuela mencionada Bettie Page.
En estas producciones se puede apreciar como con el tiempo, la lencería se vuelve cada vez más sofisticada a la vez la tela va disminuyendo en superficie y haciéndose más escueta. En estos filmes, suelen aparecer dos modelos donde una siempre ejerce de rol de Dominatrix y otra de "sumisa", con buena parte de la iconografía que aglutinará el BDSM: guantes, látigo, botas hasta los muslos, ballgag, bondage, cadenas... pero siempre en una especie de juego que remarca aún más si cabe, la actitud cándida y divertida de las modelos/actrices que realizan las sesiones.
Irving Klaw dirigió unas cuantas películas (sin olvidar sus interesantísimas ilustraciones) de estética sadomaso y fetichista, y en algunos casos con toques burlesque, que se harían muy famosas en la década de los 50, convirtiéndose en una parte fundamental para la creación del imaginario fetichista y BDSM que aún hoy perdura. Pese a todo, el mundo bondage es su principal referente, y lo más demandado de sus clientes que piden sesiones especiales a la carta con sus fantasías, y que pagan por ver como se realizan esas sesiones fotográficas o cinematográficas en los estudios donde las realizaban. Su musa -y la modelo referente de toda esa época, fue
En estas producciones se puede apreciar como con el tiempo, la lencería se vuelve cada vez más sofisticada a la vez la tela va disminuyendo en superficie y haciéndose más escueta. En estos filmes, suelen aparecer dos modelos donde una siempre ejerce de rol de Dominatrix y otra de "sumisa", con buena parte de la iconografía que aglutinará el BDSM: guantes, látigo, botas hasta los muslos, ballgag, bondage, cadenas... pero siempre en una especie de juego que remarca aún más si cabe, la actitud cándida y divertida de las modelos/actrices que realizan las sesiones.
John Willie es uno de los clientes que compra a Charles
Yugette y a Diana Slip lencería fetish para sus fotografías.
En los años 60, este fotógrafo e ilustrador se inspira en la estética de aquellos, para crear su personaje de ficción "Sweet Gwendoline" una serie de cómics para la revista erótica "Bizarre".
En los años 60, este fotógrafo e ilustrador se inspira en la estética de aquellos, para crear su personaje de ficción "Sweet Gwendoline" una serie de cómics para la revista erótica "Bizarre".
"Sweet Gwendoline" es a veces Dominatrix o esclava según la historia, joven y bella y con curvas infinitas, va ataviada con lencería sugerente y en unos altísimos tacones y siempre se encuentra inmersa en aventuras y desventuras que son una excusa perfecta para que Willie despliegue toda una serie de escenas de bondage con ataduras e inmovilizaciones de todo tipo, azotes, y como no, de PonyGirls, ya que John Willie ha sido uno de los padres de la iconografía de las PonyGirls, y en muchas de las escenas de Sweet Gwendoline, aparece ella o sus compañeras, con este atrezzo tan sugerente.
A modo de anecdotario, existe una –muy libre- adaptación cinematográfica del personaje de cómic creado por Willie, “Gwendoline (The Perils of Gwendoline in the Land of the Yik Yak)” en su versión original, que dirigió en 1984 Just Jaeckin (el director de las versiones para la pantalla grande de “Emmanuelle” e “Historia de O” ), que es más una –fallida, aunque gozosamente friki- película de aventuras de Serie B, que un filme erótico, en el que lo más destacable son algunas escenas en las que la reinterpretación estética de los originales de Willie alcanza cierta originalidad. Por lo demás, está interpretada por la actriz y modelo Tawny Kitaen, que adquirió bastante popularidad a raíz de su participación en algunos vídeoclips de los británicos Whitesnake, como "Is this Love" (canción que por cierto, como banda sonora para un striptease se me antoja de lo más sensual e insuperable) "Here I go Again" o "In the Still of the Night".
Como han podido comprobar: no hay nada nuevo bajo el sol. En
ocasiones nos creemos los más modernos
o transgresores, pero lo cierto es que ya está todo inventado, tanto en
lencería como en gustos y estética BDSM, y que –afortunadamente- todo esto no nació con el fenómeno de Cincuentas Sombras de Grey,
como muchos creen, sino en los felices y locos años 20, y con
posterioridad se desarrolló en los 50-60, para ir afianzándose en las
siguientes décadas, hasta llegar a la actualidad con un auge ciertamente, sin precedentes. ¿Qué les han parecido la
lencería y los complementos de nuestros -traviesos- bisabuelos?
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